La inteligencia artificial puede realizar diferentes declaraciones de impuestos, evaluar o reclamar seguros, documentar una investigación, pero hay innumerables riesgos en términos de protección de datos.
La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta con un impacto significativo en diferentes aspectos de la sociedad, pero también ha alertado a la población acerca de ciertos riesgos que son importantes evaluar.
Riesgos de la inteligencia artificial que deben tratarse
La mayoría de los riesgos de la inteligencia artificial están basados en la propagación masiva de desinformación y propaganda, la eliminación de empleos y el surgimiento de una nueva inteligencia artificial más inteligente que los seres humanos.
Es importante destacar que la inteligencia artificial aprende de los seres humanos, por lo que hace que estos temores sean aún más interesantes, algunos de los riesgos de la IA que hay que tratar son los siguientes:
Recopilación excesiva de datos: la IA requiere de diferentes cantidades de datos para su entrenamiento, lo que puede resultar en una cantidad de información personal excesiva.
Uso de datos o autorizados: existen diferentes riesgos de que los datos no recopilados para la inteligencia artificial se utilicen para fines no autorizados e incluso más allá de un propósito original, lo que plantea grandes preocupaciones en temas de privacidad.
Sesgos y discriminación de algoritmos: los algoritmos de la inteligencia artificial pueden reflejar algunos sesgos y discriminación en los datos de entrenamiento, lo que puede resultar una decisión injusta y perjudicial para algunos grupos.
Poca transparencia: la opacidad de los algoritmos de la IA hacen que la comprensión de cómo tomar decisiones sea más compleja y cuáles son los datos que se llega a utilizar, esto puede crear desconfianza en los usuarios.
Riesgo de violación de seguridad: los sistemas de IA pueden ser ampliamente vulnerables a los ataques y violaciones en temas de seguridad, lo que puede resultar e la exposición no autorizada de los datos personales.
Rastreo y vigilancia masiva: el uso de la IA para el rastreo y la vigilancia pueden plantear preocupación acerca de la invasión de la privacidad y el monitoreo constante de las actividades de todas las personas.
Toma de decisiones erróneas: la IA puede cometer errores y tomar decisiones incorrectas, lo que puede tener consecuencias negativas para los individuos, especialmente cuando se utilizan en áreas críticas como la salud o el sistema judicial.
Falta de consentimiento: el uso frecuente de la IA implica un procesamiento de datos personales sin un consentimiento de datos informado de forma adecuada.
Hay que destacar que la equidad, la seguridad, privacidad, inclusión o transparencia son aspectos valorados de una forma diferente según los diferentes ámbitos públicos, como son la educación, la sanidad o la defensa de diferentes sistemas políticos.
Por consiguiente, los entes encargados de las nuevas tecnologías y los gobiernos del mundo se enfocarán en sentar las bases y normas de este nuevo mundo de la inteligencia artificial, generando una mayor confianza y transparencia en cada una de sus acciones garantizando la seguridad y la protección adecuada de los datos de los usuarios.
